Nos adentramos en nuestro último día del CRIE. El día ha comenzado como siempre, levantándonos a las ocho de la mañana, pero el hecho de tener que bajar las sábanas para lavar, nos recordaba que nuestra estancia en el CRIE de la Venta del Olivar estaba llegando a su fin.
El desayuno hoy ha sido diferente, puesto que hemos consumido diferentes alimentos de nuestra tierra y después nos han contado muchas cosas sobre el desayuno, su importancia, y cómo debemos hacer desayunos saludables.
Nuestra siguiente tarea ha sido realizar la tradicional “higiene bucodental”, y dejar nuestras maletas preparadas para el viaje de vuelta. Después nos hemos apuntado a uno de los cuatro talleres creativos que ofertaban en la última mañana.
El primer taller creativo era el de cine. Primero nos han explicado lo más importante sobre el cine, después hemos visto unos cortos y finalmente hemos construido nuestro propio flipbook.
El segundo taller creativo era el de construir un holograma. Nos han enseñado a construir un proyector de holograma, que es como una pirámide de plástico al revés sin su punta. Si pones el proyector encima de un móvil o Tablet y reproduces una imagen en movimiento o un vídeo, puedes ver en el centro de nuestro proyector un holograma en 3D.
El tercer taller creativo, consistía en hacer retos y juegos cooperativos. Tras un juego de pistas, hemos practicado varios juegos y retos cooperando con nuestros compañeros. Lo hemos pasado muy bien.
En el cuarto taller creativo, nos han explicado cómo hacer una composición pintando con luz en una habitación oscura y que el resultado quede grabado en una fotografía. Ha sido muy curioso y nos han salido unas fotografías espectaculares.
Al finalizar los talleres, hemos almorzado fruta y hemos tenido nuestro rato de tiempo libre, que hemos empleado en el ordenador, en la biblioteca, en el futbolín, en la pista de fútbol o baloncesto, etc. Más tarde, hemos descubierto quién era el amigo invisible que se sorteó el primer día, y qué regalos ha hecho cada persona a su amigo invisible. A lo largo de la semana ha habido muchas ideas originales por parte de los amigos invisibles, como hacer la cama sin que se entere, bajarle la maleta, diversos dibujos o textos, creaciones de papiroflexia…
Finalmente hemos ido a comer la rica paella de marisco y las natillas caseras que nos han preparado en cocina. Cuando hemos acabado, nos han mostrado con el proyector las fotos de esta semana y ha sido el turno de la despedida, agradeciendo a todas las personas que han hecho posible que hayamos pasado una semana tan divertida, útil y beneficiosa.
Y por último, nos han obsequiado con algún recuerdo del CRIE, hemos cargado nuestras maletas en el bus y hemos comenzado el viaje de vuelta a casa.
Atrás dejamos experiencias inolvidables, muchas horas de convivencia, el inicio de nuevas amistades, mucha diversión y muchísimos aprendizajes. Sin embargo, estas vivencias no quedarán olvidadas en vano, pues su efecto para nosotros es comparable al efecto del abono en las plantas, que contribuye y favorece que se desarrollen adecuadamente, cada una a su manera.
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